viernes, 7 de enero de 2011

Cuaderno de los putrefactos: V. Amor




"Hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura" Friedrich Nietzsche
Es potestad y legado, solo de los grades, sintetizar sentimientos en una obra, una frase, un cuadro. Iluminar los conceptos, que por desgracia hoy dia han perdido su sentido; la desantencion a la epistemologia, origen de las palabras. Nietzche y Rubens,respectivamente y cada cual en su disciplina hablan de un sentimiento que efectivamente por sí mismo, seria imposible conceptualizar. El reparto de los claroscuros en el lienzo, el contraste de colores, no es mera casualidad. Forma y fondo nos conducen a los protagonistas de la escena que paradojicamente no están en el centro del cuadro, si no, que para que los dos personajes de la izquierda se encuentren, hacen falta deleidades divinas (amorcillos que pululan en la parte superior del lienzo), los albores oscuros del fondo, la fecundidad en el sentido de creacion que a modo de madre creadora y nutricia, simbolizada en la fuente de la derecha, y la evolución: parece que las personas de la escena fueran la misma o cuasi la misma, yendo desde el inocente paseo del principio (abajo a la derecha) llegando al baile final (abajo izquierda). Es justamente el compendio entre razon y locura de Nietzsche, que permite la evolución de los estados hasta la decisión final con la sopesa del amorcillo. 

Llegado este puntos solo podemos decir una obviedad. El amor no es independiente. No es un concepto integro completo y parece, imbricarse, con otros para adquirir entidad y solidez. Me enfrento en este punto a dos posibles caminos: pormenorizar y perderme en interminables clasificaciones del amor, o intentar sin disecciones respetar su esencia. Creo que voy a intentar lo segundo.

"Los que padecéis porque amáis: amad más todavía; morir de amor es vivir" Victor Hugo
El escritor francés, ya establece una vinculación dinámica. El amor actua sobre el individuo, y asi el individuo puede empeñarse en el acto de "amar". Asi parece haber una parte sentimental (no controlable) y otra volitiva, vinculada estrechamente en el nucleo de la voluntad, lo que permite conceptualizar el amor como simiente. Quizas el autor, en esta sencilla frase, nos esta dando la clave sobre como entender el amor. Dejando a un lado la parte no volitiva, considerando la parte volitiva, que es lo que mas voluntad necesita? El trabajo, mas bien, el cumplimentar el sentido del deber. Lo cual ratifica la conceptualizacion del amor como siemiente, la necesidad de sembrar, dicho en forma de aforismo seria algo asi como:"se ama aquello que se trabaja, y se trabaja aquello que se ama."

Sin embargo para el deber, hay que estar dispuesto. Hay que asumirlo y querer cumplirlo: hay que por lo tanto, ser RESPONSABLE (Del lat. responsum, supino de respondĕre, responder), resume la capacidad de estar listo y dispuesto a responder. (introducimos aqui el sentido de reciprocidad no hacia la otra persona, pero en uno mismo para con el sentimiento). Sin embargo esa responsabilidad, ese estado mantenido de disposición, es susceptible de putrefacción, enquistamiento, desvirtuación, asi ¿como evitar la degradación de la responsabilidad? Si la responsabilidad degenera, o bien se convierte en temor, o peor aun en sumisa reverencia, en ambos casos, se produce la degradacion conceptual del estado de responsabilidad. Creo firmemente que su mantenimiento aferrimo a los conceptos iniciales, es otra accion volitiva, tanto que podriamos ponerle titulo: RESPETO.

El respeto (respicere=mirar), es la capacidad de no mirar pero de ver. Aplicado al lexico que tratamos, seria ver a una persona tal cual es. Tener conciencia de su individualidad (ante lo cual hemos de trascendir previamente el deseo de explotación de los demás, es decir no amoldar al a otra persona para que crezca para servirme); que crezca por si en la forma que le sea propia. El camino del respesto es llegar a sentir la unidad "es decir: me siento uno con la otra persona" y solo se consigue dicha unidad, si uno no usa amuletos, ni necesita apoyarse en muletas para sentirse individuo, pues todo aquel que necesite otra persona para definir la propia esencia, no es libre pero subyugado, y no conozco forma de amor que no sea en libertad. De hecho ya lo dice una antigua cancion francesa "l'amour est l'enfant de la liberté", el amor es el hijo de la libertad, nunca de la dominación. Para que haya amor, ha de haber ese espacio personal de definición y desarollo (ref. a la entrada: el cuaderno de los putrefactos IV. Libertad). Asi respetar a una persona sin concerla, no es posible. Cuidado y responsabilidad, igualmente serian ciegos sin no los guiara el conocimiento, el conocimiento seria vacio si no lo motivara la preocupación.

Huelga decir el papel fundamental del cuidado en el amor. Que seria de una madre que no cuidara a su hijo? Sin embargo, creo no tan evidente el papel del conocimiento. 

Hay muchos niveles de conocimiento; el que constituye un aspecto del amor no se detiene en la periferia, sino que penetra hasta el meollo. Sólo es posible cuando puedo trascender la preocupación por mi mismo y ver a al otra persona en sus propios términos. Pero el conocimiento tiene otra relación, más fundamental, con el problema del amor. La necesidad básica de fundirse con otra persona para trascender de ese modo la prisión de la propia separatividad se vincula, de modo íntimo, con otro deseo específicamente humano, el de conocer el "secreto del hombre". Si bien la vida en sus aspectos meramente biológicos es un milagro y un secreto, el hombre, en sus aspectos humanos, es un impenetrable secreto para sí mismo –y para sus semejantes-. Nos conocemos y, a pesar de todos los esfuerzos que podamos realizar, no nos conocemos. 

Una manera mas desesperada de conocer, es el poder absoluto sobre la otra persona; el poder que le hace hacer lo que queramos, pensar lo que queramos, sentir lo que queramos; que la transforma en nuestra cosa, nuestra posesión. El grado mas intenso de ese burda manera de conocer, consiste en los extremos del sadismo. El deseo y la habilidad de hacer sufrir a un ser humano, de torturarlo, de obligarlo a traicionar su secreto en su sufrimiento. En ese anhelo de penenetrar en el secreto del hombre, reside una motivacion esencial de la profundidad y la intensidad de la crueldad y destructividad. Vease un ejemplo: es frencuente que los niños tomen abiertamente ese camino de "conocimiento". El nño desarma algo, lo deshace para conocerlo, o destroza un animal; cruelmente arranca las alas de la mariposa para conocerla, para obligarla a desvelar su secreto. La crueldad misma, esta motivada por algo mas profundo: el deseo de conocer el secreto de las cosas y de la vida.

Sin embargo otro camino para conocer "el secreto", es el amor. El amor es la penetracion activa en otra persona en la que la union satisface mi deseo de conocer. En el acto de fusion te conozco, me conozco a mi mismo, conozco a todos -y no conozco "nada". Conozoco de la unica manera en la que el conocimientode lo que esta vivo es posible, al hombre. El sadismo esta motivado pro el deseo de conocer el secreto, y sin embargo, permanezco tan ignorante como antes. He destrozado completamente a otro ser, y sin embargo no he hecho mas que separarlo en pedazos. 

El amor es la única forma de conocimiento, que , en acto de unión, satisface mi busqueda. El acto de amar trasciende el pensamiento, trasciende las palabras. Es una zambullida temeraria en al experiencia de la union. Sin embargo, el conocimiento del pensamieto, es decir, el conocimiento voluntarioso y minucioso es  una condición necesaria para el conocimiento pleno del acto de amar. Tengo que conocer a la otra persona, y a mi mismo, objetivamente para poder ver su realidad, o mas bien, para dejar de lado las ilusiones, mi imagen irracionalmente deformada de ella. 

Solo conociendo objetivamente a un ser humano, puedo conocerlo en su esnecia ultima, el acto de amar.


 "No hay nada tan conmovedor como un enamorado que se llega a las puertas de la amada y cuenta sus dolencias a los goznes y a los cerrojos" Molière.

2 comentarios:

  1. Decía mi siempre querido Machado aquello de " Dicen que un hombre no es hombre, hasta que no oye su nombre, salir de los labios de una mujer....Puede ser"

    Alguna gente lo interpreta desde un prisma machista, o simplista...pero yo siempre he pensado, por todas las horas que he "pasado" con Machado, que hay mucho más en sus palabras...Hay algo como lo que expresas tú...Hay una búsqueda de conocimiento, de conocerse a sí mismo, conocer al otro...Conocer la esencia...

    Pero, ¿cúanta gente ama de verdad? ¿ cúanto hay de verdad en el amor? ¿ Cúanto hay de necesidad? Conozco a gente que ama de verdad...pero conozco a mucha otra que se refugia en el amor, para no estar sólo, para sentirse arropado...Para reproducirse....Para tantas cosas...

    Cúantas mujeres no son maltratadas o anuladas por ese concepto erróneo del " amor romántico" que nos han inculcado... Cúantos hombres no han perdido, se han perdido, persiguiendo a una "amada"

    El amor...Lo más bonito, lo más absurdo...Sin duda, lo más complicado...

    MUA

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  2. Y sin embargo tan facil, cuando se destapa el telon, y se analiza (someramente, aunque reconozco que me ha quedado un poco tocho, lo siento no se explicarme mejor), que para el amor solo hace falta libertad, cuidado, responsabilidad, y conocimiento.

    Es curioso que los refugiados, los sometidos, los subyugados, temen "en dar" y justamente se esconden en esa oscuridad, a la que osan llamar AMOR.

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