Es curioso, las huellas casi siempre van detrás de los pasos. Dejamos la impronta al realizar la pisada. Y como decía aquel, caminante se hace camino al andar. Y nosotros, ya hemos andado cuatro años. Cuatro años ha, de los nervios, de la empanaera del principio, del desconcierto mezclado con emoción, de la preocupación por las interminables elecciones. Empezar en el centro de salud, las primeras guardias, las sensación de agobio, los primeros enfermos graves; prioridades 1 y 2.
Luego vienen los amigos, los que no te atreviste a conocer en la universidad, los que descubres en la residencia, los que conoces en la residencia y tienes la certeza que van a ser un para siempre. Y el circulo se estrecha con tu tutor, con el cual te terminas mimetizando, y asumiendo el compromiso vital, de agradecimiento por todo lo compartido, por las vivencias compartidas durante la consulta, por las veces que te perdonaba las cabezadas en horas de consulta (paciente delante), por haber salido la noche anterior en pro de la vida social de los recién residentes.
Y poco a poco, sin saber ni como, ni cuanto, ni ciento volando, te haces a la ciudad, te ves en tu casa, en casa de otros, de fiesta, de guardia, de consulta, de excursión, de cenas, de risas, de comidas, aprendiendo a ser médico, y temiendo que el camino va a ser largo, arduo pero muy divertido! Y por eso seguimos andando...
Andando por alegrias, tristezas, amores y desamores, aventuras y confesiones, cariños y gestos que perduran, y omnipresentes en nuestras vidas, aparece una entidad para la que no nos preparan en la facultad; donde de soslayo y apenas reflexionado, nos espetan la palabra "paciente". A medida que pasa el tiempo te atreves a asumir mas responsabilidad, y pasan de ser pacientes a MIS pacientes. Y pasan de ser caras, a unas que van otras que vienen, otras que vuelven, y empiezas a ponerles nombres, a saber quienes son su familia, a conocer como viven, a que te abran las puertas de su casa literalmente. Fuentes de conocimiento inagotable, asumimos punto por punto la importancia del juramento Hipocrático, y vas trabajando conjunto, todos aprendemos, cada vez más, cada vez mejor, respetando la parte humana, bajo el paraguas del rigor científico, ensalzando una relación mas especial que mágica.Y cuando te quieras dar cuenta, la marca de tus pacientes la llevas impresa. Como un tatuaje detras de la oreja.
Quizás, las huellas de los pacientes, son las únicas que se marcan antes de comenzar a andar, antes de empezar el camino, en muchos casos, percibes quién te va a marcar de sobremanera a poco que intercambias miradas y palabras, con otros, te das cuenta que la comunicación es menos fluida, que necesitas mas de lo habitúal para conseguir llegar, e igualmente, tu lado mas terrenal se da cuenta que con los menos, la comunicación es imposible y eso te reduce a simple mortal (afortunadamente). Y finalmente, cuando ya asumes tu terrenal condición, tu habilidad para acompañar, la frustración de cuando no has podido hacer nada, o la solidaridad para con los familiares, cuando algún paciente ha trascendido bajo tu responsabilidad; te das cuenta que eres R4, que en un mes dejarás esa vida para siempre, y entonces caes en lo mucho que vas a echar de menos a tus pacientes, a tu tutor, a tus compañeros de trabajo, a los otros tutores, y sientes, todas las huellas que sin a penas camino, imprimieron sobre ti en su momento, huellas que habrá que caminar.
Lindo recorrido el tuyo, que has aprovechado cada paso para crecer, aprender y fortalecerte.
ResponderEliminarQué suerte la de quienes nos hemos cruzado contigo en el camino... y seguimos avanzando a tu lado. :)
En breve cierras un inolvidable y mágico capítulo, pero tú mejor que nadie sabes que merece la pena seguir leyendo el libro de la vida (tu Vida).
Salud y mucha Paz, doctor.
Suerte la mia de haberos encontrado, ahora os cedemos el testigo
EliminarSi tú quieres cambiar tu destino
en este mundo tan anodino,
coge fuerte tu copa de vino
y ¡abre mas ancho el camino!
Y aunque aún me encuentro a mitad del camino; quisiera que éste no acabase nunca. Me conmueve y emociona sentirme reflejada en cada uno de los pasos que mencionas.
ResponderEliminar¡¡Mucho ánimo en la nueva e intrepidante aventura que inicias ahora!!
Besicos huertanos*
Porque la conmocion y la emoción nos lleve a nuevas experiencias, y todo nos edifique en este navegar de mares alborotados.
EliminarLevantar los pies de este suelo,
y subir disparado hacia el cielo.
Nunca dejes de lado tu empeño,
y ¡abre mas ancho tu sueño!
besos dra.